Consejería


Desanimado

En ocasiones el desánimo viene a nuestra vida por diferentes circunstancias, sin embargo, eso no nos debe quitar la posibilidad de acercarnos al Señor para recibir consuelo, paz, descanso, etc. En fin, todos los beneficios de la cruz. Él está deseoso de atendernos y que podamos depositar en Él todo aquello que nos esté afectando. La palabra de Dios dice:

Si anduviere yo en medio de la angustia, tu me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra. Salmo 138:7
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Juan 14:1
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27

Si el desanimo ha venido a tu vida quisiera que ores así conmigo. “Señor Jesús, reconozco que me he sentido desanimado, que mi corazón y mi mente se han visto afectados por esto, pero en este momento decido permitir que el poder de tu palabra me ministre en esta hora y todo el desanimo, así como las circunstancias que lo provocaron, se vayan de mi vida en el nombre de Jesús y que tu Espíritu Santo me llene en esta hora”. Amén

Preocupado

Usualmente nos preocupamos por cosas o situaciones que no han ocurrido, lo mejor es ocuparnos de las cosas que sí podemos realizar, tal como hacer la voluntad de Dios. Es otras palabras, debemos ocuparnos, no preocuparnos. En Mateo 6:25, Jesús nos enseña a poner nuestra confianza en Dios haciendo alusión a situaciones muy cotidianas y naturales. Y cierra en el verso 33 diciendo “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas”. Debemos seguir el consejo de la palabra del Señor que dice:

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque Él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en mí. Juan 14:1
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3

Quizás estés preocupado en esta hora, y me gustaría que oremos de esta forma: “Señor Jesús, vengo delante de tu presencia para encontrar paz. Por diferentes circunstancias mi corazón esta lleno de preocupaciones, pero sé que sólo tu me puedes ayudar. Yo creo, declaro y confieso que tú tomas el control total de mi vida y que todo peso y carga se van de mí en el nombre poderoso de Jesús. Gracias Señor”. Amén

Condenado

Una estrategia frecuente que usa el enemigo, es mandar dardos de condenación a las personas, para hacerlas sentirse culpables e indignas de ser hijos de Dios. Con esta mentira, consigue que muchas personas se aparten de Dios. Si tú estás en Cristo, eres libre de la condenación, pues la obra redentora de Jesús en la cruz te hizo una persona salva, por lo cual, tienes el derecho a vivir en salud, plenitud y prosperidad.

Ahora, pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3: 17,18
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24

Si te has sentido condenado, te pido que ores así: “Señor Jesús, reconozco que me he sentido abatido por los pensamientos de condenación que han surgido en mi vida, pero yo hoy reconozco que tu obra en la cruz, me hizo libre de toda culpa, por lo cual yo decido ahora, renunciar a toda idea de condenación que haya entrado a mi vida y declaro que no hay más condenación en mí, pues tu me hiciste nueva criatura”. Amén

Solo

La palabra del Señor me dice que nunca estamos solos, Dios está en todo lugar, no importa donde tú te encuentres, ahí está la presencia del Señor. Nunca vas a estar más cerca de Dios, que cuando no hay personas a tu alrededor ya que no habrá nada que te distraiga. Él es el único que siempre puede estar contigo. La Palabra de Dios dice:

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré. Hebreos 13:5
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:20
No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10

Si te sientes solo ora así conmigo: “Señor, tu Palabra dice que tu estás en todo lugar, pero aún así me siento solo. Te pido, en el nombre de Jesús, que tu presencia se haga manifiesta en mi vida de una forma sobrenatural ahora, y que pueda yo percibir el toque de ella. Estoy seguro y confiado en que tú siempre estarás conmigo. Gracias por tu compañía Señor. Amen”.

Deprimido

Cuando se está pasando por tiempos difíciles, pruebas o angustia muchas personas le dan cabida a la depresión. Cuando una persona se encuentra en esa situación difícilmente logra ver las posibilidades de Dios para su vida, pues la depresión es como estar dentro de un tunel oscuro, donde no ves la salida. ¡Vuelve tu mirada al cielo! El Rey David reconoció que el socorro y la ayuda en medio de circunstancias que trajeron desanimo a su vida sólo los pudo encontrar en Dios.

Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Salmo 34:17
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
Amados, nos sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. I Pedro 4: 12,13

Si estás pasando por tiempos difíciles y la depresión ha tocado tu vida ora así conmigo: “Señor Jesús, en esta hora vuelvo mis ojos al cielo, te pido que me ayudes a sobrepasar toda circunstancia difícil, en el nombre de Jesús. Llena mi vida de tu fortaleza, de tu paz y de tu gozo. Reconozco que tú eres el Señor de mi vida y nada ni nadie más que tú se debe enseñorear de mi. Te doy gracias por mi libertad, amén.

Confuso

Muchas circunstancias de la vida, pueden causar confusión en las personas, que provoca un tipo de “parálisis emocional”, pues impide accionar para la búsqueda de una solución al problema. Dios nos ha dado dominio propio, para poder repeler todo pensamiento que traiga confusión a nuestra vida. Además, Jesús nos dejó al Espíritu Santo quien es quien nos orienta en nuestra vida diaria.

Debemos llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo y buscar renovar nuestra mente diariamente, conforme Romanos 12:2: “No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la transformación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Pues Dios no es Dios de confusión sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos. 1 Corintios 14:33
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Si hay confusión en tu vida, puedes orar así: “Padre Eterno, en tu Palabra dice que tu eres un Dios de paz, por lo tanto, te pido que esa paz que sobrepasa todo entendimiento venga ahora a mi vida, echando fuera toda confusión de mí. Yo llevo cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” Amén.

Tentado

La tentación es normal en la vida del creyente, pues es el ataque más fuerte e insistente del enemigo. Mateo 4 relata que Jesús mismo fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo. En este pasaje Jesús nos muestra que, si El siendo hombre fue capaz de vencer la tentación, así mismo nosotros tenemos la capacidad de vencerla, pues Dios no permitirá una tentación más fuerte que la que podamos resistir. Lo que debes tener presente es que Dios te dará las fuerzas para resistir y que vencer la tentación, nos hace personas más fuertes y seguras.

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. I Corintios 10: 12,13
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4: 14-16
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Hebreos 2:18

Enojado

El enojo es parte de nuestro repertorio de sentimientos, por lo que es normal llegarlo a sentir. Sin embargo la Palabra nos dice: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4:26). Esto nos indica que debemos tener control sobre este sentimiento, y no dejarlo gobernar sobre nuestra vida. Cuando entregamos nuestra vida a Cristo, pasamos a depender de Dios. Sin embargo esto implica un proceso, donde debemos aprender a hacer controlar nuestra carne y esto implica controlar nuestros sentimientos humanos,. Cuando el enojo se hace permanente, se transforma en ira, la cual se transforma en amargura. Por eso es necesario reconocer nuestra dependencia de Dios cada día y pedirle que el nos ayude a lograr esta transformación según nos dice Romanos 13:14 “ “sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveaís para los deseos de la carne”.

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Santiago 1: 19-20
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Efesios 4:26
La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1

Rebelde

Cuando una persona experimenta rebeldía hacia la autoridad (padres, maestros, pastores, etc.) puede creer la mentira de que ellos tratan de robarle la libertad y autonomía como persona. Pero lo cierto es que la rebeldía es un pecado muy grave, que concede espacios al enemigo. La solución es decidir ser sumiso y sujeto. Esto es más que la apariencia de serlo. Dios demanda que sinceramente y de todo corazón nos sometamos a nuestras autoridades. La Palabra nos señala que tenemos dos responsabilidades hacia los que están en autoridad sobre nosotros: orar por ellos y someternos a ellos (Romanos 13:1-7). Estar bajo autoridad es un acto de fe, pues al someterte confías en que Dios obrará en ti por medio de tus autoridades.

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras alma, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Hebreos 13:17
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra, si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca de Jehová lo ha dicho. Isaías 1: 19,20
Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efesios 5:21

Si sientes rebeldía en tu corazón, te pido que ores de la siguiente manera:” Padre Celestial, tu Palabra dice que la rebelión es como la hechicería y tan mala como la idolatría. Te pido perdón por no haberte obedecido y permitir que mi corazón se rebelara contra ti y en contra de mis autoridades. Te doy gracias por tu perdón y te pido, en el nombre de Jesús, que todo espacio cedido al enemigo, sea cancelado. Hoy decido adoptar un espíritu de sumisión y un corazón de siervo”. Amén.

Amargado

Por lo general, la amargura suele darse por la falta de perdón. En 2 Corintios 2:10 nos dice el Apóstol Pablo que es necesario perdonar para que el enemigo no se aproveche de nosotros, Es nuestro deber sacar toda amargura de nuestra vida y perdonar a los demás, de la misma forma en que Dios nos perdona. Esa falta de perdón, puede ser hacia ti mismo. Perdonarte a ti mismo, es aceptar que Dios ya te ha personado en Cristo. Sólo recuerde que perdonar no es olvidar. Si usted quiere olvidar lo que le han hecho, encontrará que no puede. Decida personar a quienes le han dañado y Cristo comenzará a sanar sus heridas.

Quítensen de vosotros toda amargura, enojo, ira gritería y malediciencia, y toda malicia.
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

Si siente amargura en su corazón, puedes orar así: “Amado Padre Celestial; te doy las gracias por tu amor y misericordia sobre mi vida. Sé que tu bondad me guía al arrepentimiento, por lo que hoy confieso que no he mostrado amor, ni paciencia con los que me han herido, sino que he permitido que la amargura, el rencor y la ira se aniden en mi corazón. Te pido que traigas a memoria a las personas que necesito perdonar.

Con temor

El temor o el comúnmente llamado miedo, es un sentir que atormenta a muchas personas, lamentablemente el enemigo aprovecha esta situación para engañar y destruir a todo aquel que le de lugar en su corazón. La buena noticia es que podemos recurrir a Jesús nuestro Señor y Salvador. Si tan solo en el momento que viene el temor a su vida usted le da lugar al Señor para que él tome el control El lo hará. Tal vez el problema está en que no puedes acudir a él porque no le conoces y la promesas de la palabra no se hacen efectivas en tu vida, si esta es su situación quiero invitarle a que reciba a Jesús como Señor y Salvador de su alma.

Ore así conmigo: “Señor Jesús te recibo como mi Señor, reconociendo que he estado lejos de ti y que necesito tu amor, protección y cobertura. Gracias Señor por aceptarme”. Amén.

Las promesas de Dios están aquí para tu vida:

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí mismo castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18

Si Cristo está en usted, esta Palabra es suya, confiésela y proclámela y por la Fe en el hijo de Dios, su situación cambiará. Si tiene temor ore de esta forma: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús, yo hecho fuera todo temor de mi vida y me declaro libre de todo espíritu que quiera enseñorearse sobre mí. Hoy confieso que yo soy propiedad de Cristo”. Amén

Mentalmente afectado

Nuestra mente se afecta cuando prestamos atención a pensamientos irracionales, pensamientos negativos o mentiras de espíritus engañadores. Cualquiera de ellos lo que persigue es mantenernos en esclavitud. Pero lo cierto es que Dios nos ha llamado a vivir en libertad, no en esclavitud. La única forma de ser libre es conocer la verdad y la Biblia dice que Jesús es el camino, la vida y la verdad (Juan 14:6). Cuando estos pensamientos negativos o ideas perturbadoras quieren llegar a su vida, usted puede levantar el escudo de la verdad y combatir estos ataque, que lo que quieren es mantenerte atado. Una vez que usted repele estos pensamientos, sustitúyalos por cada una de las promesas que Dios hace en su Palabra. Estos son algunos ejemplos:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10
Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. 1 Corintios 14:33ª
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. Salmo 55:22
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7

Quiero invitarle para que haga una oración conmigo. “Señor Jesús he estado mentalmente afectado, y te pido que renueves el espíritu de mi mente, te pido que mi mente sea libre de todo aquello que pueda afectarla y a mi entendimiento, te doy gracias por la obra restauradora en mi vida. Amen”.

Necesidad de recibir ánimo

No hay duda que las diversas circunstancias de la vida pueden provocar desánimo, y sentir que las fuerzas no dan más. Lo importante es tener la convicción de que Dios está a nuestra lado en todo momento, aún cuando no lo sintamos y creamos que estamos solos. Dios ha prometido, que aún en los momentos más terribles de nuestra vida, El estará con nosotros. Si usted le ha entregado su vida a Jesús y el tiene el señorío sobre su vida, no dude en que vendrá sobre usted trayendo nuevo vigor e impulsando su vida hacia nuevas metas. Si usted aún no ha declarado a Jesús como su Señor, le invito a que lo haga en este momento. Puede orar de esta manera: “Señor Jesús, hoy me presento ante ti, reconociendo que soy pecador y que me siento desanimado, y que las fuerzas me han dejado. Pero hoy deseo reconocerte como Señor de mi vida. Te invito a que entres a mi corazón y gobiernes mi vida. Amén”.

Estas son algunas de las promesas que Dios tiene para usted:

Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. Salmo 27:14
Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8: 38-39

Necesidad de paciencia

La Palabra de Dios dice que la paciencia es un fruto del Espíritu Santo. Si le hemos entregado nuestra vida al Señor y el gobierno al Espíritu, deberíamos ser personas pacientes, pues ese es el deseo de Dios. Esperar no es sinónimo de inactividad. La espera no debe ser una espera pasiva, sino una espera que mantenga la fe y la esperanza creciendo en nuestra vida, de que eso por lo que estamos clamando, llegará a su debido tiempo. Cuando esta fe y esperanza se fortalecen en nuestra vida, podemos enfrentar cualquier circunstancia por negativa que sea y salir confiados, seguros y victoriosos. El profeta Jeremías, a pesar de vivir en una difícil situación en Jerusalén, pudo proferir las siguientes palabras: “Esto traigo a mi corazón y por esto tengo esperanza: que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es su fidelidad!. El Señor es mi porción dice mi alma, por eso en él esperan, para el alma que le busca” (Lamentaciones 3:21-25).

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Gálatas 5:22
Aguarda a Jehová, esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. Salmo 27:14
Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. Lamentaciones 3:26
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Romanos 8:25
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Hebreos 10: 35-37

“Señor doy gracias por tu palabra que en esta hora me fortalece y enseña que la paciencia se desarrollará en mi vida conforme a la disposición de mi corazón al Espíritu Santo, ya que como fruto debe nacer en mi. Te lo pido en el nombre de Jesús amen”.

Necesidad de paz

Cuando entregas tu vida a Jesús, la estás entregando al Príncipe de Paz. Esta posición que adquieres te da paz con Dios, según lo que leemos en Romanos 5:1. La paz de Cristo reina en nuestro corazón cuando dejamos que la Palabra more en nosotros con abundancia (Colosenses 3:15-16). Esto es más que recitar porciones de la Biblia, sino tener prácticas ordinarias de vida cristina, como la alabanza, la confesión, el amor, el perdón, la oración y la lectura bíblica y la fe. Todos estos son componentes naturales del evangelio, que nos capacitan para obtener la victoria, tanto espiritual como emocionalmente.

También es importante que te apropies de cada una de las promesas que nos ofrece nuestro Señor en su Palabra. Apropiarse significa “tomar posesión personal del algo”. Usted puede tener dificultades en apropiarse de lo que es suyo (cada promesa bíblica) por dos clases de actitudes que dicen “No puedo” o “No quiero”. Pero la Palabra dice que usted todo lo puede en Cristo, que es su fortaleza. Si usted dice “no quiero”, estará desarrollando una actitud negativa, que no le beneficiará en nada. Nuestra oración, es que usted pueda tener un cambio de mentalidad y se apropie de lo que dice la Biblia acerca de usted y que se ejercite en cada una de esas verdades. Así conseguirá ser un pacificador.

Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4: 6,7
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Isaías 26:12

Gracias Señor por que la paz que sobrepasa todo entendimiento llena mi vida, te pido que como fruto del Espíritu Santo pueda reflejarla y compartirla con todo aquel que como yo la necesite. Gracias en el nombre de Jesús amen”.

Tibio espiritualmente

La Palabra del Señor claramente enseña que a los tibios espirituales Dios los vomitará de su boca. Esa expresión demuestra claramente que la tibieza espiritual no es aceptada por Dios. Hoy Dios te da la oportunidad de tomar una decisión que cambiará su vida. La tibieza espiritual es una condición de la que se aprovecha el enemigo para infundir conformismo al creyente y algunas veces, les hace creer que con esa condición están bien espiritualmente. Bajo esta condición, usted se priva de todas las bendiciones que Dios tiene para usted.

Hoy Dios te da la oportunidad de tomar una decisión que cambiará su vida, hacer un alto en el camino y reconocer que no haz estado caminando conforme Dios quiere que lo hagas y tomar la decisión de comprometerte con El, andar según nos orienta su Palabra.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apocalipsis 3: 2, 15, 16
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Apocalipsis 2:4
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Deuteronomio 4:9
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; No suceda que comas y te sacies y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Deuteronomio 8: 11-14
Si nos hubiésemos olvidados del nombre de nuestro Dios, o alzado nuestras manos a dios ajeno ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Salmo 44: 20, 21

Si hoy ha reconocido que su condición no es aceptada delante de Dios, esta es una hermosa oportunidad para cambiar su vida. Puede orar así: “ Señor Jesús, hoy me arrepiento por haber sido tibio espiritualmente, y por eso te pido perdón. Yo me comprometo delante de ti, a asumir responsablemente mi vida espiritual, y a invertir tiempo en tu presencia para crecer conforme a la estatura de Cristo Jesús. Amén”.

Desanimado

En ocasiones el desánimo viene a nuestra vida por diferentes circunstancias, sin embargo, eso no nos debe quitar la posibilidad de acercarnos al Señor para recibir consuelo, paz, descanso, etc. En fin, todos los beneficios de la cruz. Él está deseoso de atendernos y que podamos depositar en Él todo aquello que nos esté afectando. La palabra de Dios dice:

Si anduviere yo en medio de la angustia, tu me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra. Salmo 138:7
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Juan 14:1
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27

Si el desanimo ha venido a tu vida quisiera que ores así conmigo. “Señor Jesús, reconozco que me he sentido desanimado, que mi corazón y mi mente se han visto afectados por esto, pero en este momento decido permitir que el poder de tu palabra me ministre en esta hora y todo el desanimo, así como las circunstancias que lo provocaron, se vayan de mi vida en el nombre de Jesús y que tu Espíritu Santo me llene en esta hora”. Amén

Preocupado

Usualmente nos preocupamos por cosas o situaciones que no han ocurrido, lo mejor es ocuparnos de las cosas que sí podemos realizar, tal como hacer la voluntad de Dios. Es otras palabras, debemos ocuparnos, no preocuparnos. En Mateo 6:25, Jesús nos enseña a poner nuestra confianza en Dios haciendo alusión a situaciones muy cotidianas y naturales. Y cierra en el verso 33 diciendo “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas”. Debemos seguir el consejo de la palabra del Señor que dice:

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque Él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en mí. Juan 14:1
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3

Quizás estés preocupado en esta hora, y me gustaría que oremos de esta forma: “Señor Jesús, vengo delante de tu presencia para encontrar paz. Por diferentes circunstancias mi corazón esta lleno de preocupaciones, pero sé que sólo tu me puedes ayudar. Yo creo, declaro y confieso que tú tomas el control total de mi vida y que todo peso y carga se van de mí en el nombre poderoso de Jesús. Gracias Señor”. Amén

Condenado

Una estrategia frecuente que usa el enemigo, es mandar dardos de condenación a las personas, para hacerlas sentirse culpables e indignas de ser hijos de Dios. Con esta mentira, consigue que muchas personas se aparten de Dios. Si tú estás en Cristo, eres libre de la condenación, pues la obra redentora de Jesús en la cruz te hizo una persona salva, por lo cual, tienes el derecho a vivir en salud, plenitud y prosperidad.

Ahora, pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3: 17,18
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24

Si te has sentido condenado, te pido que ores así: “Señor Jesús, reconozco que me he sentido abatido por los pensamientos de condenación que han surgido en mi vida, pero yo hoy reconozco que tu obra en la cruz, me hizo libre de toda culpa, por lo cual yo decido ahora, renunciar a toda idea de condenación que haya entrado a mi vida y declaro que no hay más condenación en mí, pues tu me hiciste nueva criatura”. Amén

Solo

La palabra del Señor me dice que nunca estamos solos, Dios está en todo lugar, no importa donde tú te encuentres, ahí está la presencia del Señor. Nunca vas a estar más cerca de Dios, que cuando no hay personas a tu alrededor ya que no habrá nada que te distraiga. Él es el único que siempre puede estar contigo. La Palabra de Dios dice:

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré. Hebreos 13:5
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:20
No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10

Si te sientes solo ora así conmigo: “Señor, tu Palabra dice que tu estás en todo lugar, pero aún así me siento solo. Te pido, en el nombre de Jesús, que tu presencia se haga manifiesta en mi vida de una forma sobrenatural ahora, y que pueda yo percibir el toque de ella. Estoy seguro y confiado en que tú siempre estarás conmigo. Gracias por tu compañía Señor. Amen”.

Deprimido

Cuando se está pasando por tiempos difíciles, pruebas o angustia muchas personas le dan cabida a la depresión. Cuando una persona se encuentra en esa situación difícilmente logra ver las posibilidades de Dios para su vida, pues la depresión es como estar dentro de un tunel oscuro, donde no ves la salida. ¡Vuelve tu mirada al cielo! El Rey David reconoció que el socorro y la ayuda en medio de circunstancias que trajeron desanimo a su vida sólo los pudo encontrar en Dios.

Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Salmo 34:17
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
Amados, nos sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese. Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. I Pedro 4: 12,13

Si estás pasando por tiempos difíciles y la depresión ha tocado tu vida ora así conmigo: “Señor Jesús, en esta hora vuelvo mis ojos al cielo, te pido que me ayudes a sobrepasar toda circunstancia difícil, en el nombre de Jesús. Llena mi vida de tu fortaleza, de tu paz y de tu gozo. Reconozco que tú eres el Señor de mi vida y nada ni nadie más que tú se debe enseñorear de mi. Te doy gracias por mi libertad, amén.

Confuso

Muchas circunstancias de la vida, pueden causar confusión en las personas, que provoca un tipo de “parálisis emocional”, pues impide accionar para la búsqueda de una solución al problema. Dios nos ha dado dominio propio, para poder repeler todo pensamiento que traiga confusión a nuestra vida. Además, Jesús nos dejó al Espíritu Santo quien es quien nos orienta en nuestra vida diaria.

Debemos llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo y buscar renovar nuestra mente diariamente, conforme Romanos 12:2: “No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la transformación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Pues Dios no es Dios de confusión sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos. 1 Corintios 14:33
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Si hay confusión en tu vida, puedes orar así: “Padre Eterno, en tu Palabra dice que tu eres un Dios de paz, por lo tanto, te pido que esa paz que sobrepasa todo entendimiento venga ahora a mi vida, echando fuera toda confusión de mí. Yo llevo cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” Amén.

Tentado

La tentación es normal en la vida del creyente, pues es el ataque más fuerte e insistente del enemigo. Mateo 4 relata que Jesús mismo fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo. En este pasaje Jesús nos muestra que, si El siendo hombre fue capaz de vencer la tentación, así mismo nosotros tenemos la capacidad de vencerla, pues Dios no permitirá una tentación más fuerte que la que podamos resistir. Lo que debes tener presente es que Dios te dará las fuerzas para resistir y que vencer la tentación, nos hace personas más fuertes y seguras.

Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. I Corintios 10: 12,13
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4: 14-16
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Hebreos 2:18

Enojado

El enojo es parte de nuestro repertorio de sentimientos, por lo que es normal llegarlo a sentir. Sin embargo la Palabra nos dice: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4:26). Esto nos indica que debemos tener control sobre este sentimiento, y no dejarlo gobernar sobre nuestra vida. Cuando entregamos nuestra vida a Cristo, pasamos a depender de Dios. Sin embargo esto implica un proceso, donde debemos aprender a hacer controlar nuestra carne y esto implica controlar nuestros sentimientos humanos,. Cuando el enojo se hace permanente, se transforma en ira, la cual se transforma en amargura. Por eso es necesario reconocer nuestra dependencia de Dios cada día y pedirle que el nos ayude a lograr esta transformación según nos dice Romanos 13:14 “ “sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveaís para los deseos de la carne”.

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Santiago 1: 19-20
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Efesios 4:26
La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1

Rebelde

Cuando una persona experimenta rebeldía hacia la autoridad (padres, maestros, pastores, etc.) puede creer la mentira de que ellos tratan de robarle la libertad y autonomía como persona. Pero lo cierto es que la rebeldía es un pecado muy grave, que concede espacios al enemigo. La solución es decidir ser sumiso y sujeto. Esto es más que la apariencia de serlo. Dios demanda que sinceramente y de todo corazón nos sometamos a nuestras autoridades. La Palabra nos señala que tenemos dos responsabilidades hacia los que están en autoridad sobre nosotros: orar por ellos y someternos a ellos (Romanos 13:1-7). Estar bajo autoridad es un acto de fe, pues al someterte confías en que Dios obrará en ti por medio de tus autoridades.

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras alma, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Hebreos 13:17
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra, si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca de Jehová lo ha dicho. Isaías 1: 19,20
Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efesios 5:21

Si sientes rebeldía en tu corazón, te pido que ores de la siguiente manera:” Padre Celestial, tu Palabra dice que la rebelión es como la hechicería y tan mala como la idolatría. Te pido perdón por no haberte obedecido y permitir que mi corazón se rebelara contra ti y en contra de mis autoridades. Te doy gracias por tu perdón y te pido, en el nombre de Jesús, que todo espacio cedido al enemigo, sea cancelado. Hoy decido adoptar un espíritu de sumisión y un corazón de siervo”. Amén.

Amargado

Por lo general, la amargura suele darse por la falta de perdón. En 2 Corintios 2:10 nos dice el Apóstol Pablo que es necesario perdonar para que el enemigo no se aproveche de nosotros, Es nuestro deber sacar toda amargura de nuestra vida y perdonar a los demás, de la misma forma en que Dios nos perdona. Esa falta de perdón, puede ser hacia ti mismo. Perdonarte a ti mismo, es aceptar que Dios ya te ha personado en Cristo. Sólo recuerde que perdonar no es olvidar. Si usted quiere olvidar lo que le han hecho, encontrará que no puede. Decida personar a quienes le han dañado y Cristo comenzará a sanar sus heridas.

Quítensen de vosotros toda amargura, enojo, ira gritería y malediciencia, y toda malicia.
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

Si siente amargura en su corazón, puedes orar así: “Amado Padre Celestial; te doy las gracias por tu amor y misericordia sobre mi vida. Sé que tu bondad me guía al arrepentimiento, por lo que hoy confieso que no he mostrado amor, ni paciencia con los que me han herido, sino que he permitido que la amargura, el rencor y la ira se aniden en mi corazón. Te pido que traigas a memoria a las personas que necesito perdonar.

Con temor

El temor o el comúnmente llamado miedo, es un sentir que atormenta a muchas personas, lamentablemente el enemigo aprovecha esta situación para engañar y destruir a todo aquel que le de lugar en su corazón. La buena noticia es que podemos recurrir a Jesús nuestro Señor y Salvador. Si tan solo en el momento que viene el temor a su vida usted le da lugar al Señor para que él tome el control El lo hará. Tal vez el problema está en que no puedes acudir a él porque no le conoces y la promesas de la palabra no se hacen efectivas en tu vida, si esta es su situación quiero invitarle a que reciba a Jesús como Señor y Salvador de su alma.

Ore así conmigo: “Señor Jesús te recibo como mi Señor, reconociendo que he estado lejos de ti y que necesito tu amor, protección y cobertura. Gracias Señor por aceptarme”. Amén.

Las promesas de Dios están aquí para tu vida:

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí mismo castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18

Si Cristo está en usted, esta Palabra es suya, confiésela y proclámela y por la Fe en el hijo de Dios, su situación cambiará. Si tiene temor ore de esta forma: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús, yo hecho fuera todo temor de mi vida y me declaro libre de todo espíritu que quiera enseñorearse sobre mí. Hoy confieso que yo soy propiedad de Cristo”. Amén

Mentalmente afectado

Nuestra mente se afecta cuando prestamos atención a pensamientos irracionales, pensamientos negativos o mentiras de espíritus engañadores. Cualquiera de ellos lo que persigue es mantenernos en esclavitud. Pero lo cierto es que Dios nos ha llamado a vivir en libertad, no en esclavitud. La única forma de ser libre es conocer la verdad y la Biblia dice que Jesús es el camino, la vida y la verdad (Juan 14:6). Cuando estos pensamientos negativos o ideas perturbadoras quieren llegar a su vida, usted puede levantar el escudo de la verdad y combatir estos ataque, que lo que quieren es mantenerte atado. Una vez que usted repele estos pensamientos, sustitúyalos por cada una de las promesas que Dios hace en su Palabra. Estos son algunos ejemplos:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10
Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. 1 Corintios 14:33ª
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. Salmo 55:22
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7

Quiero invitarle para que haga una oración conmigo. “Señor Jesús he estado mentalmente afectado, y te pido que renueves el espíritu de mi mente, te pido que mi mente sea libre de todo aquello que pueda afectarla y a mi entendimiento, te doy gracias por la obra restauradora en mi vida. Amen”.

Necesidad de recibir ánimo

No hay duda que las diversas circunstancias de la vida pueden provocar desánimo, y sentir que las fuerzas no dan más. Lo importante es tener la convicción de que Dios está a nuestra lado en todo momento, aún cuando no lo sintamos y creamos que estamos solos. Dios ha prometido, que aún en los momentos más terribles de nuestra vida, El estará con nosotros. Si usted le ha entregado su vida a Jesús y el tiene el señorío sobre su vida, no dude en que vendrá sobre usted trayendo nuevo vigor e impulsando su vida hacia nuevas metas. Si usted aún no ha declarado a Jesús como su Señor, le invito a que lo haga en este momento. Puede orar de esta manera: “Señor Jesús, hoy me presento ante ti, reconociendo que soy pecador y que me siento desanimado, y que las fuerzas me han dejado. Pero hoy deseo reconocerte como Señor de mi vida. Te invito a que entres a mi corazón y gobiernes mi vida. Amén”.

Estas son algunas de las promesas que Dios tiene para usted:

Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. Salmo 27:14
Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Isaías 43:2
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8: 38-39

Necesidad de paciencia

La Palabra de Dios dice que la paciencia es un fruto del Espíritu Santo. Si le hemos entregado nuestra vida al Señor y el gobierno al Espíritu, deberíamos ser personas pacientes, pues ese es el deseo de Dios. Esperar no es sinónimo de inactividad. La espera no debe ser una espera pasiva, sino una espera que mantenga la fe y la esperanza creciendo en nuestra vida, de que eso por lo que estamos clamando, llegará a su debido tiempo. Cuando esta fe y esperanza se fortalecen en nuestra vida, podemos enfrentar cualquier circunstancia por negativa que sea y salir confiados, seguros y victoriosos. El profeta Jeremías, a pesar de vivir en una difícil situación en Jerusalén, pudo proferir las siguientes palabras: “Esto traigo a mi corazón y por esto tengo esperanza: que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es su fidelidad!. El Señor es mi porción dice mi alma, por eso en él esperan, para el alma que le busca” (Lamentaciones 3:21-25).

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Gálatas 5:22
Aguarda a Jehová, esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. Salmo 27:14
Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. Lamentaciones 3:26
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Romanos 8:25
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Hebreos 10: 35-37

“Señor doy gracias por tu palabra que en esta hora me fortalece y enseña que la paciencia se desarrollará en mi vida conforme a la disposición de mi corazón al Espíritu Santo, ya que como fruto debe nacer en mi. Te lo pido en el nombre de Jesús amen”.

Necesidad de paz

Cuando entregas tu vida a Jesús, la estás entregando al Príncipe de Paz. Esta posición que adquieres te da paz con Dios, según lo que leemos en Romanos 5:1. La paz de Cristo reina en nuestro corazón cuando dejamos que la Palabra more en nosotros con abundancia (Colosenses 3:15-16). Esto es más que recitar porciones de la Biblia, sino tener prácticas ordinarias de vida cristina, como la alabanza, la confesión, el amor, el perdón, la oración y la lectura bíblica y la fe. Todos estos son componentes naturales del evangelio, que nos capacitan para obtener la victoria, tanto espiritual como emocionalmente.

También es importante que te apropies de cada una de las promesas que nos ofrece nuestro Señor en su Palabra. Apropiarse significa “tomar posesión personal del algo”. Usted puede tener dificultades en apropiarse de lo que es suyo (cada promesa bíblica) por dos clases de actitudes que dicen “No puedo” o “No quiero”. Pero la Palabra dice que usted todo lo puede en Cristo, que es su fortaleza. Si usted dice “no quiero”, estará desarrollando una actitud negativa, que no le beneficiará en nada. Nuestra oración, es que usted pueda tener un cambio de mentalidad y se apropie de lo que dice la Biblia acerca de usted y que se ejercite en cada una de esas verdades. Así conseguirá ser un pacificador.

Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4: 6,7
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Isaías 26:12

Gracias Señor por que la paz que sobrepasa todo entendimiento llena mi vida, te pido que como fruto del Espíritu Santo pueda reflejarla y compartirla con todo aquel que como yo la necesite. Gracias en el nombre de Jesús amen”.

Tibio espiritualmente

La Palabra del Señor claramente enseña que a los tibios espirituales Dios los vomitará de su boca. Esa expresión demuestra claramente que la tibieza espiritual no es aceptada por Dios. Hoy Dios te da la oportunidad de tomar una decisión que cambiará su vida. La tibieza espiritual es una condición de la que se aprovecha el enemigo para infundir conformismo al creyente y algunas veces, les hace creer que con esa condición están bien espiritualmente. Bajo esta condición, usted se priva de todas las bendiciones que Dios tiene para usted.

Hoy Dios te da la oportunidad de tomar una decisión que cambiará su vida, hacer un alto en el camino y reconocer que no haz estado caminando conforme Dios quiere que lo hagas y tomar la decisión de comprometerte con El, andar según nos orienta su Palabra.

Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apocalipsis 3: 2, 15, 16
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Apocalipsis 2:4
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Deuteronomio 4:9
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; No suceda que comas y te sacies y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Deuteronomio 8: 11-14
Si nos hubiésemos olvidados del nombre de nuestro Dios, o alzado nuestras manos a dios ajeno ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Salmo 44: 20, 21

Si hoy ha reconocido que su condición no es aceptada delante de Dios, esta es una hermosa oportunidad para cambiar su vida. Puede orar así: “ Señor Jesús, hoy me arrepiento por haber sido tibio espiritualmente, y por eso te pido perdón. Yo me comprometo delante de ti, a asumir responsablemente mi vida espiritual, y a invertir tiempo en tu presencia para crecer conforme a la estatura de Cristo Jesús. Amén”.

2 comentarios en “Consejería”

Deja un comentario